¿Tu bebé tiene el frenillo corto y dificultades para mamar? ¿No sabes cómo se trata la anquiloglosia o si es necesario hacerlo?
¿Qué es el frenillo lingual?
Durante la gestación, el frenillo le sirve a la lengua como guía de crecimiento entre la cuarta y séptima semana. Hacia la octava semana, la membrana bucofaríngea desaparece de forma fisiológica. Según Parri, “el frenillo es el resto mucoso resultante de este proceso, y varía su tamaño, inserción y grado de fijación al suelo de la boca entre las personas”.
Según la revisión de Cochrane, “si el frenillo lingual queda adherido cerca de la punta de la lengua, demasiado corto, grueso o sin elasticidad, aparece la afección llamada anquiloglosia o lengua anclada”. La anquiloglosia está presente en el 4% al 11% de los neonatos. Esta circunstancia causa dolor en el pezón en la madre y dificultades en la lactancia. También se han reportado “problemas del habla, dentición y oclusión, masticación, deglución, problemas posturales, respiración, ronquido”, según Parri.
Tipos de frenillo sublingual corto en la anquiloglosia
Dependiendo del lugar de anclaje del frenillo en la lengua, existen varios tipos de frenillo sublingual en la anquiloglosia:
Frenillo anterior tipo 1: el frenillo llega a la punta de la lengua y hace que esta quede cóncava (en forma de cuchara) y en forma de corazón con aspecto bífido cuando el bebé llora.
Frenillo anterior tipo 2: el frenillo no llega a la punta de la lengua, pero hace que quede cóncava y queda hacia abajo cuando el bebé llora.
Frenillo posterior tipo 3: el frenillo, a pesar de no ser muy llamativo, impide que la lengua llegue al paladar por plegarse en el centro.
Frenillo posterior tipo 4: la lengua no llega al paladar y es cóncava en su parte superior, aunque el frenillo no es visible. La lengua del bebe? queda muy anclada al suelo de la boca y el movimiento de la lengua suele ser asimétrico.
Algunos tipos tienen indicación clara y directa de intervención quirúrgica. En otros, a veces indican esperar. Todo depende siempre de la valoración del médico que, además de tener en cuenta el tipo de frenillo.
¿Qué problemas causa el frenillo lingual corto?
Bonilla y Montoro describen varios problemas del frenillo lingual corto en su guía “Guía de Manejo de la anquiloglosia”, y los agrupan en tres grandes bloques: dificultad para la lactancia materna, problemas de articulación del lenguaje y problemas mecánicos.
Durante la lactancia materna el frenillo corto es un gran problema, que no se suele dar en el caso de alimentación con biberones. El recién nacido no "se engancha" de forma correcta al pecho. Esto produce problemas de alimentación y poca ganancia de pecho en el bebé. Lo detectaremos porque la leche puede caer por la comisura labial, hace chasquidos al succionar y no se calma al pecho.
En la madre, la consecuencia principal que aparece es dolor y grietas en los pezones que pueden producir una infección (mastitis). Además, hay una baja producción de leche ya que el niño mama mucho tiempo, pero no extrae bien la leche.
Respecto al lenguaje, el efecto de la anquiloglosia en el habla no está bien definido. Parece ser que no impide la vocalización ni el retraso del inicio del habla. Pero a la larga, puede generar rotacismo, problemas para pronunciar la erre), y problemas en la articulación de otros sonidos linguales (“t”, “d”, “z”, “s”, “th”, “n”, “l”).
Por último, la anquiloglosia puede hacer que actividades cotidianas tan normales como besar, chupar un helado, lamerse los labios, quitarse alimentos de los dientes con la lengua, o tocar un instrumento de viento, sean bastante difíciles. Puede aumentar la enfermedad periodontal porque dificulta la higiene oral y, en algunos casos, generar problemas sociales por todo lo descrito con anterioridad.
Fuente: Muy Interesante